El último día de otro año...

¡Qué caray! Otra vez cambiamos de año. Otro pretexto para celebrar, para hacer propósitos, para recordar, para olvidar, para compartir, para discutir, para alejarse del mundo o meterse en su dinámica.

El movimiento natural de la tierra la hace girar al rededor del sol por 365.25 días para llegar al mismo punto. A esa medida del movimiento (como le decía Aristóteles al tiempo) lo llamamos AÑO.

¿Por qué en diciembre? La verdad no lo sé. En otros calendarios se marcaba con momentos astronómicos más significativos... algún equinoccio o algún solsticio. Bah.

De cualquier forma, el 31 de diciembre se vuelve momento para reflexionar sobre lo hecho y sobre aquello por hacer. Se reflexiona sobre lo que se es y lo que se ha sido. Sobre lo que no fue y nunca llegará a ser. También sobre lo que no podrá o no deberá ser. Es decir, es momento para reflexionar sobre uno mismo y su realidad. De eso se trata ser humano.

Recordando a Heidegger, somos seres para la muerte y lo tratamos de ocultar con la cura dentro de la cotidianidad. Pero esta época en general y la fecha en particular hace que muchos tengan un parpadeo hacia su autenticidad.

Este día más que otro representa no sólo un día más de vida sino un año menos de la misma. Porque aunque no se sepa porqué en esta fecha se cambia de año, sí es cierto que se toma como punto de referencia; decimos de los que nos dejan... "se quedó en el 2008", "no llegó al 2009", etcétera.

Hay que recordar nuestra finitud continuamente... no sólo a fin de año.

Sinceramente, E.

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P. D. Dicen que ya viene el fin del mundo... (Ja, já.)

Deconstrucción de la Navidad

Las postales son para que se las mandes a quien te caiga bien o mal; da igual.

Al autor no le gusta la navidad, a Zeta tampoco.... (se parecen tanto)

La reflexión pensada no se ha podido escribir como la había imaginado. Falta rumiarle más, amén de que puede ser algo molesta para alguna gente.

ADVERTENCIA:

No continúe leyendo, el material que sigue es para personas con criterio, no dogmáticas ni fanáticas.

(también se puede llamar "discurso antinavideño")

Qúe Cultura la nuestra! 2008 años en nuestro calendario (y como diría Nietszche hace más de cien: "...y no hay nuevos dioses") y el mundo parece que no ha cambiado. De hecho, si cambió.

En esta época posmoderna, globalizada, mercantilista, nihilista, hay un nuevo dios para cada quien. Cada individuo se ha forjado su creencia, su perspectiva, su propia visión (claro que regulada e influenciada por los mass media). El relativismo es total. La valoración que se hace de la vida y el mundo, es completamente individual. "Todo está permitido" es el lema de los tiempos; porque hay que recordar que "Dios ha muerto".

¿Quién es dios? ¿Qué es dios? ¿Un pretexto para comprar y dar regalos?

Propuestas:

Llamémosle a las fiestas decembrinas "la fiesta de los regalos y la comida". Reunámonos con quienes nos caen bien, compartamos, regalémonos y ya.

Otra: ¿la fiesta del pavo? (a pesar de los guajolotes que morirán)

Celebremos el fin de año desde algunos días antes.

Vaya, de que hay opciones, las hay.

Yo no celebro la navidad porque no me gusta el cuento de que dios se hace hombre y nace en Belém y todo lo demás. No tendría por qué, pero la presión social es mucha.

Bueno, es hora de divertirse y celebrar... ¿celebrar qué? No sé, algún pretexto se puede encontrar.

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Eras. (el autor)

Zeta (el monito)

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Nos vemos en Enero... ningún post más hasta que confirmemeos que seguimos vivos en el 2009

¡Felicidades!

La impropiedad de la cotidianidad...

EN esta entrega no hay cartón.... He estado envuelto en la dinámica de la cotidianidad y el ajetreo diario... la cura de la angustia de la muerte y me ha sido un poco imposible cumplir con mi vocación de historietista, así que esperen al jueves 18 a más tardar... PROMETO MONITOS ANTINAVIDEÑOS, FATALISTAS, CON HUMOR DE AÑO NUEVO...

Mientras, disfruten lo poco de vida que tienen...

Eras.