miércoles, diciembre 31, 2008

El último día de otro año...



¡Qué caray! Otra vez cambiamos de año. Otro pretexto para celebrar, para hacer propósitos, para recordar, para olvidar, para compartir, para discutir, para alejarse del mundo o meterse en su dinámica.

El movimiento natural de la tierra la hace girar al rededor del sol por 365.25 días para llegar al mismo punto. A esa medida del movimiento (como le decía Aristóteles al tiempo) lo llamamos AÑO.

¿Por qué en diciembre? La verdad no lo sé. En otros calendarios se marcaba con momentos astronómicos más significativos... algún equinoccio o algún solsticio. Bah.

De cualquier forma, el 31 de diciembre se vuelve momento para reflexionar sobre lo hecho y sobre aquello por hacer. Se reflexiona sobre lo que se es y lo que se ha sido. Sobre lo que no fue y nunca llegará a ser. También sobre lo que no podrá o no deberá ser. Es decir, es momento para reflexionar sobre uno mismo y su realidad. De eso se trata ser humano.

Recordando a Heidegger, somos seres para la muerte y lo tratamos de ocultar con la cura dentro de la cotidianidad. Pero esta época en general y la fecha en particular hace que muchos tengan un parpadeo hacia su autenticidad.

Este día más que otro representa no sólo un día más de vida sino un año menos de la misma. Porque aunque no se sepa porqué en esta fecha se cambia de año, sí es cierto que se toma como punto de referencia; decimos de los que nos dejan... "se quedó en el 2008", "no llegó al 2009", etcétera.

Hay que recordar nuestra finitud continuamente... no sólo a fin de año.

Sinceramente, E.
--
P. D. Dicen que ya viene el fin del mundo... (Ja, já.)


thalasso
thalasso Counter gold coast office lease
gold coast office lease Counter