Conferencia en CCH Naucalpan
CÓMIC, COMUNICACIÓN Y
CULTURA APOCALÍPTCA
Antes que nada quiero agradecer a
la maestra Elizabeth Hernández López quien muy amablemente me invitó a
participar en esta semana de la Comunicación en el Colegio de Ciencia y
Humanidades de Naucalpan. Y también, por supuesto, a la mejor universidad de
Iberoamérica, la UNAM, mi Alma Mater, que promueve en espacios como este
la formación de sus estudiantes. Me es muy grato estar en este recinto y poder
compartir con todos ustedes algunas reflexiones que tienen que ver con la
cultura popular de nuestros días y con una forma de comunicación que es, desde
mi punto de vista, muy atractiva para la gente de su edad.
Voy a dividir esta plática en
varias partes. En la primera me dedicaré un poco a hablar de la historia del
cómic y de sus formas y contenidos. En la segunda parte hablaré de las
influencias que tiene en la cultura y la sociedad. Posteriormente me remitiré a
dos ejemplos. En el último apartado de esta charla les platicaré de mi
experiencia en el mundo de los monos como autor de historietas.
-1-
Hablemos entonces del cómic,
conocido en estos lados del continente también como historieta y en los ámbitos
más pretenciosos como arte secuencial o noveno arte. Éste tiene sus orígenes en
las publicaciones periódicas que se empezaron a realizar desde el Siglo XIX
pero que cobrará toda su forma a principios del siglo XX y seguirá vivo y
cambiante hasta los comienzos de este nuestro siglo XXI.
Comencemos precisando que el cómic
provienen de las ilustraciones que realizaban los artistas en los libros,
periódicos y revistas de aquellos tiempos. Sin embargo dichas ilustraciones
servían para complementar el arte literario y quedaban separados unos de otros.
Es decir, había una conexión entre los dos discursos, pero la unión era solamente
por el tema que abordaban. Tanto la literatura como la imagen tienen un
lenguaje propio y una forma muy particular de acceder a quien lo lee o lo
contempla.
En el primero, es la palabra y por
ende el concepto lo que se instala en la imaginación; por otro lado, en la
ilustración, se da un proceso de representación sensible desde el principio y
ese nos lleva a los conceptos. Literatura y pintura se complementan, pero en
este periodo se mantienen separados.
La maravilla del cómic va a ser que
mezcla el discurso verbal con el visual y lo hace de tal forma que uno y otro
se vuelven correlativos. Aún cuando hay secuencias ilustradas que no contienen
texto, por su forma podemos hablar de una historieta.
¿Qué es lo que pasa con la
historieta? Algunos historiadores del cómic cuentan que primeramente hubieron
cartones. Y que estos tenían temáticas políticas. Una caricaturización o
ridiculización de algún personaje harto conocido con una crítica escrita al pie
con la que el lector de los periódicos y las revistas de finales del XIX podía
entender mejor la realidad. Al inicio fueron los mismos artistas los encargados
de hacer estas viñetas, sin embargo gente más ingeniosa aunque con menos
habilidad también comenzó a hacer sus dibujos.
Se cuenta que ya a principios del
siglo XX hay una gran cantidad de tiras cómicas. Se trata de una revolución en el mundo impreso. Los hay
de muchos géneros y para todos los gustos. Pero todos ellos son considerados
material para niños o para gente con poca cultura. Pero es simplemente esta
insistencia de las clases altas o de las clases educadas de que hay una
diferencia entre tener clase y ser populachero.
Dentro de esta cultura popular que
lo que busca, más allá del gusto refinado o educado, es la satisfacción
inmediata, el cómic tiene mucho qué ofrecer. Desde el cartón o viñeta qué
expresa algo en un simple cuadrito, la tira cómica que tiene una secuencia
breve de varias viñetas o las historietas que tienen ya varias páginas con
dibujos y texto, hasta llegar finalmente a la novela gráfica, ápice del arte
secuencial. En todos estos casos el contenido varía. Pasa de la comedia a la
tragedia, de lo risible a lo serio, de lo cotidiano a lo fantástico, de lo
infantil a lo maduro. Romance, acción, aventuras, suspenso. Todo es posible
elaborarlo gráficamente acompañado de texto en una interacción completa.
Así es como el cómic crea un nuevo
lenguaje de comunicación que ni es pictórico y tampoco exclusivamente
literario, sino una mezcla de los dos. Como todo lenguaje tiene una sintaxis
específica y se necesita conocer su gramática para acercarse a él
adecuadamente. En algún momento de la década de los años veinte un autor
italiano de quien no recuerdo el nombre quiso agregar a las 6 Bellas artes
otras tres. El séptimo arte, evidentemente lo reconocen como el cine. Él
planteó que octavo sería la televisión, intento fallido por diversas razones
comerciales implícitas en este medio masivo de información. Al cómic lo designó
el noveno arte. Esto parecía muy prematuro en una época en la que no se había
llegado a lo que hacen actualmente los cómics. Pero este hombre era un
visionario. Y creo que tiene que ver justo con que se plantea un lenguaje
artístico completamente diferente.
Esto nos lleva a la segunda parte
de nuestra reflexión.
-2-
Voy a comenzar hablando de un texto
que a mí me gusta mucho porque engloba los temas centrales de la teoría de la
comunicación pero de una forma que es accesible a las masas. El nombre es HOMO
VIDENS y el autor es otro italiano, pero de este sí recuerdo su nombre, Giovani
Sartori.
Resulta que este autor habla de
cómo ha habido una transformación de la esencia de lo humano desde la llegada
de la televisión. Y esto porque dice que la esencia de lo humano es el logos,
es decir el pensamiento y por extensión el lenguaje, pero que en la época de la
televisión la primacía de la imagen sobre el lenguaje ha afectado la capacidad
de abstraer y de pensar. Esto lo lleva aún más lejos, hacia el terreno de la
política. Dice que la televisión ha funcionado para teledirigir las conciencias
e indicarle al pueblo lo que tienen que hacer y por quién tiene que votar.
Situación muy grave.
Hay en este libro una serie de
reflexiones sobre la internet y los “ordenadores” como traducen a lo que
nosotros conocemos como computadoras. Pero quizás esto lo aborde más adelante,
porque la verdad Sartori desconoce en ese momento un poco los alcances.
Regresemos a nuestra charla sobre
los cómics. Esta es la primera cadena que veo: Del libro al cómic a la
película. Es decir una secuencia en la que al inicio todo es letra. (literatura
viene de letra) Es decir, un discurso en lenguaje completamente verbal. Puede
ser cualquier género literario, el caso es que son puras letras. Letras que se
tienen que leer. Y a veces, los libros tienen cientos de páginas. Uy, qué
miedo.
El libro ilustrado hace creer a los
niños que es algo divertido. El libro ilustrado facilita el acceso a la
literatura como algo lúdico, como algo disfrutable. Pero luego vienen las
síntesis. Para qué leer todo el libro si puedes leer un resumen. En algún
momento de la historia (los años 40 para ser exactos) se tuvo la genial idea de
hacer en historieta lo que conocimos como “Clásicos Ilustrados”. Fue una serie
de cómics en los que se transcribía al lenguaje de la historieta los grandes
libros de la historia de la literatura. Yo recuerdo que cuando peque, leí la
Iliada y Frankenstein completamente en monitos. Este podría pensarse como una
forma en la que se da mayor acceso al mundo de la literatura, pero uno dice,
para qué leer el original si ya conozco la historia. Muchos años después leí
esos dos y otros muchos más clásicos ya no ilustrados sino de puras letras.
Pero bueno, ya Hollywood se había encargado de convertir esos textos en
películas y con ello dar mayor acceso a la gente a los grandes clásicos. Sin
embargo, desde tempranos tiempos ya se sabía que las adaptaciones
cinematográficas se tomaban muchas, demasiadas licencias.
Entonces ahí se va dando la
transformación hacia el Homo Videns. Un ser humano que deja de lado el texto y
se va de lleno sobre la imagen. La imagen es más sencilla, más comprensible,
más fácil de digerir y requiere menos esfuerzo, dice Sartori.
En su libro va dando una historia
de cómo se genera la evolución de los mass media, los medios de
información masiva. Un cambio tecnológico que afecta el desarrollo de las
sociedades. La imprenta y tres siglos después el periódico. El telégrafo, al
teléfono, la radio y finalmente la televisión. Paralelo a esto, la fotografía y
el cine. Estos cambios, fueron de alguna manera democratizando la información,
accediendo a más y más gente y generando otras maneras de relacionarse con el
mundo. Sin embargo nos comenta que ha sido un cambio que ha ido en detrimento
del lenguaje y de la capacidad de pensar. Si a esto le sumamos que los medios
de comunicación son controlados por empresas que sólo buscan su beneficio
económico o por políticas de estado que buscan mantener al pueblo sometido,
entonces es explicable por qué hay más televidentes que lectores. Si a esto
agregas una educación deficiente o una juventud que no quiere acercarse a las
aulas. Por vale queso.
Pero bueno, estas reflexiones nos
llevan a pensamientos apocalípticos. Otro italiano, Umberto Eco, en su libro
Apocalípticos e Integrados hace un estudio de cómo hay una pugna entre dos
corrientes de pensamiento respecto a los medios de comunicación o de
información masiva. Los que están a favor, los llama itegrados. Los que están
en contra, porque ven que esto ha llevado a cierta degradación de lo humano,
los llama apocalípticos. Algo así como predicadores o profetas del fin de los
tiempos. Les recomiendo el capítulo que habla del cómic en ese texto. Él hace
referencia a los estereotipos, en especial al del Héroe gringo que es un
patriota y lucha por defender los ideales gringos; es decir Supermán. Pero a
eso de los estereotipos pasaremos más
adelante. Por ahora, me gustaría retomar las ideas de Sartori.
La imagen es más accesible. Ese es
un hecho. Eso es lo que se debe aprovecha y que de hecho se ha aprovechado. Ahí
tenemos en el XIX el desarrollo del Cartel como un medio gráfico de
comunicación. Al principio fueron los Artistas lo que lo hacían, ahora son los
diseñadores gráficos, aunque todo el mundo es un diseñador en estos tiempos. A
comienzos del Siglo XX, el muralismo implicó una corriente pictórica en la que
se pretendió comunicar al pueblo mediante imágenes las injusticias del poder
opresor. No había texto. La imagen era suficiente. Actualmente el graffiti,
heredero de aquellos muralistas se ha alejado mucho de esa perspectiva social y
cultural. Sigue siendo imagen. Pero este cartón político del que hablamos antes
tuvo un impacto favorable. De alguna manera sintetiza una situación en una
viñeta y unas cuantas palabras. Cualquiera que haya leído la revista llamada
“El Chamuco” sabrá de los alcances de la caricatura política o el cómic
político o en el caso de los libros del monero RIUS, todo un tratado en
historieta. Y después de haber tocado el tema de los cómics donde se plasman
los clásicos de la literatura, podemos concluir que de alguna manera la imagen
también promueve el pensamiento. ¿Podríamos seguir el camino inverso al que
plantea Sartori?
Ensayemos un posible camino. La
nueva serie es de reversa: Película, cómic, libro.
¿Será posible que haya quien vea
una película y diga, “Wow! Qué buena película, quisiera saber más!” y entonces
se remitiera al cómic (porque estamos en una época en donde muchos cómics se
han vuelto película) y después de leer el cómic se fuera al libro que inspiró
al cómic?
No se. Evidentemente la industria
del entretenimiento (que es donde quedan la mayoría de las historietas) amplía
los productos en los que se plasman sus imágenes. Productos de consumo en un
mercado muy agresivo. Piensen en cualquier personaje. Tomemos a dos monigotes
harto conocidos: Jake el perro y Finn el humano. ¿Les suena? Bien. Hora de
aventura es una caricatura. Y hay playeras, muñequitos, loncheras, útiles
escolares, cortinas y colchas, muñecos de peluche, libros para colorear ¿Saben
que también tienen historietas? Hay Historietas de todo.
Vamos un rato a mi historia
personal. Cuando niño, recuerdo un cómic en particular, de los primeros que fui
consciente. Era un número del Asombroso Hombre Araña. Me lo compró mi padre un
día mientras estaba en la fila del supermercado. Traía en la portada al Buitre
sobrevolando al héroe arácnido. Recuerdo que no sabía leer muy bien, pero lo
hojeé una y otra vez. Y creo que ahí comenzó mi afición. No sólo por el Hombre
Araña, o por los cómics, sino por la lectura. Eso habrá sido cunado tenía entre
6 y 7 años. En aquellos tiempos en la sociedad mexicana les llamábamos
“cuentos”. Y entonces compré un montón de cuentos. Editorial Novaro tenía las
licencias para los cómics de marvel y DC. Además se publicaban en ese entonces
el Memín, la Familia Burrón, Rarotonga, y Lágrimas y Risas. De esos también
leí. Habían cómics en el formato oficial, unos más pequeños, unos muy
pequeñitos y unos gigantes. En Novaro los clasificaban como serie colibrí,
serie águila y serie aveztruz. También me acuerdo de uno que me gustaba mucho
que era el Fantomas, La amenaza elegante. Y el capulinita, que la verdad no me
gustaba. Estaba el Simón y Simonazo que nunca me compraron y el Condorito, que
me gustaba lo suficiente. También la revista MAD, que a veces me compraban. Y
yo leía y leía. Y en algún momento, como a eso de los 10 años, en una tienda
del ISSSTE, la de Gustavo Baz, vi un libro cuya ilustración de portada llamó mi
atención muchísimo. Traía una especie de hombre en armadura subido en un tigre
con alas de murciélago sobrevolando un paisaje arbóreo. El libro se llamaba El
mundo de Roccanon y la autora Ursula K. Leguin. Fue el primer libro que obtuve
por gusto y aunque complejo, lo leí todito. Y entonces aunque veía la
Televisión enajenadamente, también leía. Y pues la lectura disminuyó los
efectos negativos de los mass media que pudieran surtir efecto en mi
psique.
Un día, ya en la ENEP Acatlán,
Ahora FES, vi una película que marcó un antes y un después en mi vida. Se
llamaba, “La insoportable levedad del ser” y resultó que estaba basada en una
novela del mismo nombre. ¿Qué hice? Me avoqué a buscar el libro y así conocí a
Milan Kundera. Y ya leí varios de sus textos. Esa historia podría estar en un
cómic y sería muy agradable leerla de esa manera. Pero bueno, dejemos mi historia
por un rato y dejemos claro que no todo está perdido para la capacidad de
abstracción en este mundo globalizado y lleno de televisión. Todavía habemos
lectores y los seguirán habiendo. Yo esperaría que después de esta charla
varios de ustedes se vayan a la internet a buscar las diversas referencias que
se han mencionado por acá.
Ya para terminar esta segunda parte
menciono la importancia de los contextos en el desarrollo del cómic. ¿A qué me
refiero? A que las historietas varían en cuanto a temáticas y estilos
dependiendo de su aquí y ahora, es decir del momento histórico en el que sean
creados. En la primera mitad del siglo veinte se pueden apreciar que las
cuestiones raciales son muy marcadas. Hay un racismo socialmente aceptado que
se refleja en los personajes del cómic. Los buenos siempre son blancos, los
malos son negros. El Capitán América es producto de una sociedad en guerra. Es
el héroe que va a ayudar a los gringos a destruir a la amenaza Nazi. Hubo en el
2001 un número especial del Hombre Araña donde héroes y villanos colaboran para
limpiar los escombros del atentado a las Torres Gemelas de Nueva York y todos
se sorprenden de semejante maldad que ni al Dr. Doom se le habría ocurrido. Los
Japoneses derrotados con un par de bombazos que destruyeron las ciudades de
Hiroshima y Nagasaki tienen muy presente en sus mangas y animes esa experiencia
del hongo nuclear y del ataque extranjero, pienso en Akira y en Evangelion. El
Pantera es un héroe urbano de las calles de la ciudad que lucha contra la delincuencia
en su barrio.
Cada sociedad expresa sus
necesidades y refleja su cultura en sus
temáticas y personajes de historieta. También expresan sus prejuicios, sus
fobias, sus miedos, sus ideales y algunos tienen la capacidad de mostrar los
futuros posibles, tanto buenos como malos.
-3-
Tomemos dos ejemplos que me gustan
para la reflexión. El primero es el de SIN CITY y el segundo es una reflexión
sobre ALIEN y DEPREDADOR.
Vamos a SIN CITY. Película de
acción estrenada en 2005 retoma las historietas creadas por Frank Miller, uno
de los semidioses del Cómic gringo, allá por el año del 1991. El dibujó estas
historias como un cómic de novela negra. Misterios, asesinatos, policías y
forajidos. Lo especial de estos cómics es que salieron en blanco y negro y una
pizca de rojo o de amarillo. El caso es que fue un éxito. Robert Rodríguez y su
cuate Quentin Tarantino fueron a buscar a Miller para que les diera chance de
traducir su cómic a película. Ellos dos saben de violencia y la violencia es
algo muy presente en esa historieta. Lo convencieron con el corto que aparece
al inicio de la película.
Sin City es el nombre que
cariñosamente dan a Basin City. Sin City es la Ciudad del Pecado. Corrupción y
basura por todos lados. Un barrio dirigido por prostitutas. Una ciudad llena de
robos, asaltos, secuestros, asesinatos. Una policía que está vinculada a la
mafia, que extorsiona en vez de ayudar. Una política corrupta hasta la raíz,
una Iglesia que abusa. Todo es muy oscuro.
Creo que el parecido con las
grandes urbes de nuestro tiempo es destacable. Las historias nos presentan a un protagonista que encarna también
características negativas. No es un Héroe. Es un antihéroe. El mayor producto
de nuestros tiempos posmodernos.
Ahora bien, vamos a ver un caso.
Marv, un matón tosco es acusado de un crimen. Después de pasar una noche de
amor con una hermosa güera llamada Goldie, ella aparece muerta. La policía lo
busca. Él escapa. Jura vengarse del asesino, pero también lo quiere matar el
fantasma de la misma mujer. Busca a su arma. Busca ayuda de su oficial de
libertad condicional y todas las pistas lo llevan a la granja de la familia
Roark. Ustedes conocen la historia. Vieron la película. Les recomiendo el
cómic. Ya está compilado y lo venden en varios lugares.
El caso es que este es algo así
como una versión gringa del libro policiaco (hermano del libro vaquero) pero
con mayor calidad artística, tanto en los dibujos como en los diálogos. Sin
embargo, sigue siendo cultura popular. En la Película hay una muy buena
traducción del lenguaje del cómic. Pero eso es posible porque los cineastas ya
se dieron cuenta que un cómic es como un Storyboard. Es decir, lo único que
tienen que hacer es filmarlo como está.
Sin City entonces maneja un esquema
de valores algo torcido. El héroe, más bien antihéroe, es un matón. Alguien que
ha estado en la cárcel y que física y moralmente es desagradable. Su objetivo
es el amor, la belleza. Ésta sólo podría estar encarnada en el cuerpo de una
prostituta muerta. Goldie era una prostituta. La ley, tanto civil como de Dios,
es perversa. Es decir que hay un giro en la función primaria de la impartición
de justicia. De hecho, el hombre más poderoso de la Iglesia en Sin City es uno
de los más grandes pecadores, porque es él quien promueve la matanza de las mujeres
para darle de comer a su protegido. Un joven caníbal que tiene la voz de los
ángeles. Sólo en la Ciudad el Pecado podría suceder esto.
Marv logra matar al caníbal, al
clérigo y con esto venga la muerte de Goldie. Al final muere electrocutado en
la silla. Fin.
Pero la Ciudad del Pecado es una
especie de representación del infierno en la tierra. Un lugar de sobrevivencia.
Ahí impera la violencia, los placeres son corruptos y la muerte llega fácil.
¿Será esta una crítica a nuestras sociedades? No lo creo. Me parece más bien
una descripción. Así es la vida y así es el mundo. Además, sexo y violencia es
lo que más vende. Es la forma en la que estamos acostumbrados a canalizar
nuestra energía. Diría Marcusse, es la sublimación del deseo que finalmente mata
nuestro deseo.
Creo que todavía hay mucho por
decir, pero eso espero lo reflexionemos más la rato.
Segundo tema: El Monstruo.
El miedo o el temor es una emoción
que se siente frente a una amenaza. El temor es siempre temor de algo, apunta
Heidegger en el Ser y el Tiempo. Dos películas que tuvieron varias secuelas y
que fueron llevadas a los cómics. Alien y Depredador. Y antes de que existieran
las películas de Alien contra Depredador ya existían una larga serie de cómics
con ese título. Me llama la atención por qué el monstruo es el personaje
central. De ahí, reflexiono sobre la diferencia entre ambos monstruos.
Los dos representan una amenaza
para la vida. Los dos vienen del espacio. Los dos son más poderosos que
cualquier humano común y corriente. Sin embargo la diferencia radica, según yo
en lo siguiente. Alien es la representación de la bestia, es decir, de lo
animal que puede haber en el monstruo. Lo incontrolable de la naturaleza en
bruto. Aquello que aterra porque no se puede domar. Hay otras características
como la de que es un parásito que te devora por dentro, que es casi
indestructible y que se reproduce a gran velocidad, sin embargo su
característica más importante creo es esa, muy básica y muy elemental. Es el
terror que compartimos con nuestros ancestros neanderthal o sapiens, la bestia
acecha y está afuera, escondida en las sombras.
El Depredador es un caso
ligeramente distinto. Es el terror por aquello que nos sobrepasa. Seres
tecnológicamente más avanzados pero con una cultura guerrera. ¿Qué quieren
estos seres? Cazarnos en el mejor de los casos, usarnos como ganado en el peor
de los casos. El el miedo a la esclavitud o a ser dominado. Nuestra especie se
precia de habitar este planeta como amo y señor del mismo. El ideal de la
modernidad era generar la ciencia y la tecnología suficiente para predecir y
controlar. El mundo se rindió a nuestros pies. La naturaleza también. Somos la
cima de la civilización y de pronto, un puñado de extraterrestres alteran la
vida de los humanitos.
El miedo hacia el Depredador radica
en la posibilidad de que haya alguien por encima de los humanos en la cadena
alimenticia.
Aun así, existen muchos otros tipos
de monstruos y todos ellos han sido plasmados en los cómics. Podemos encontrar
en los enemigos de Batman las posibilidades monstruosas que puede generar la
mente humana. Podemos encontrar el Hellboy, retomando la herencia del
imaginario de Lovecraft, el horror cósmico, lo que verdaderamente nos rebasa y
tiene las implicaciones de lo divino.
Vayamos al último punto de esta
conferencia antes que los duerma.
-4-
Estudié filosofía porque quería ser
escritor, pero más bien porque quería tener temas sobre los cuales escribir.
Llegué a la ENEP con algunas dudas y salí de ahí con muchos conocimientos, pero
con dudas aún más complejas y complicadas. Me gustó la filosofía y como pueden
ver me gustan los cómics. En algún momento de mi vida, por allá del 2000 o 2001
mientras dibujaba, o mejor dicho, garabateaba cosas salió un monito al que en
la cara en vez de rostro le puse una Z. y escribí a un lado algo así como “la
Ciudad de los Anónimos”. Unos meses después reencontré el papel donde estaba
ese boceto y me quedé con la idea de Z rondando la cabeza. Unos meses después
se me ocurrió la que sería la primera tira cómica del monito Z, a quien le puse
el título de “Z, el último hombre”. En aquellos tiempos estaba muy influenciado
por la filosofía de Nietzsche. Todavía lo estoy, pero aquél filósofo tiene un
poder de seducción muy intenso en los jóvenes.
En el Zarathustra, hay una parte
donde se predica la venida del “Superhombre” y el profeta advierte que hay que
tener cuidado de esa especie comodina de seres que sólo buscan el placer
efímero y la comodidad; a esa especie los llama “los últimos hombres” Mi
personaje es uno de ellos. O quizás no. El caso es que de ahí sale la
referencia.
Para mi Nietszche es el primero de
los filósofos posmodernos. Y esa filosofía es la que trato de desarrollar en
las historietas. Uso también referencias a la filosofía existencialista, porque
me gusta mucho leer a Heidegger y así, leve.
Actualmente estoy preparando una
serie de dibujos donde se vayan explicando varios pasajes de la historia de la
filosofía y entre mis múltiples ocupaciones no me he dado el tiempo para nuevas
historietas, pero prometo que las liberaré pronto.
En el 2003 envié mis dibujos al
periódico La Jornada y luego me llamaron para decirme que me publicarían. Y me
publicaron. Fue una satisfacción para mi. Después ya no publicaron el
suplemento de monos y al final decidí subir mis creaciones a la internet. Con
el material que tengo estoy preparando un libro. Y últimamente, dibujé monos de
mí mismo. Eras por Eras.
Lo que quiero desarrollar aquí son
dos cosas. La primera es que todos podemos hacer mucho por la cultura y el
arte. Encontrar la mejor manera de expresarnos y darlo a conocer. La segunda es
que les quería contar el proceso de creación. Se me ocurre una idea, la
escribo. Se me ocurre un dibujo, lo boceteo. Hago un par de dibujos para saber
cómo podría quedar mejor. Después hago un boceto fino de cómo me gusta el
dibujo y luego lo entinto. Este dibujo lo escaneo y lo paso a la computadora
donde lo inserto a un documento en donde pongo las letras. Ajusto los tamaños,
los pixeles y los colores. Al final queda listo para subirlo a la red.
Antes de hacerlo más digital
primero hacía los marcos y las letras. Imprimía y luego hacía el dibujo sobre
la impresión y sacaba copias para enviar al periódico. Es un proceso similar.
Es cuestión de gusto. Lo importante es que haya calidad en lo que hagan. He
visto un montón de dibujos maravillosos en cuadernos escolares, pero estarían
mejor en hojas blancas de doble grueso.
Creo que hasta aquí dejaré esta
charla. Espero haber dejado algo de reflexión en ustedes. Lean, aunque sean
cómics y siempre piensen en lo que hay detrás de los productos de la
comunicación masiva que consumen. La gente en el poder de los medios y los
creativos manejan un trasfondo que a veces es imperceptible.
Muchas gracias de nuevo a la
Universidad Nacional Autónoma de México por educar a nuestra juventud y a los
profes del Colegio de Ciencias y Humanidades que organizan estos eventos para
que su formación sea más completa y en especial a quienes me acompañan en esta
mesa y a la Maestra Elizabeth Hernández quien me invitó.
Espero que tengan un buen día y nos
estaremos viendo.
Lic. Erasmo Cervantes M.
=Eras Kender=
Abril de 2014
Lic. Erasmo Cervantes M.
=Eras Kender=
Abril de 2014
Erasmo Cervantes Méndez (1976), también
conocido como Eras o Kender, Licenciado en Filosofía por la ENEP Acatlán,
estudió tal carrera con la finalidad de responderse dos preguntas que le habían
rondado por varios años. Realizó estudios de Maestría en el área de Filosofía
de la cultura y Estética en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM pero
su tesis sigue en construcción. Realizó estudios de diseño gráfico, está
dedicado al Rock con su banda Cuadro psicótico, durante su tiempo libre tatúa y
perfora gente y está convencido de que el trabajo académico es un complemento
de la vida y que uno debe dedicarse a lo que le gusta en esta vida. Entre el
2003 y el 2004 el Periódico La Jornada Publicó sus tiras cómicas de carácter
filosófico tituladas “Z, el último hombre”, mismas que se pueden buscar en
Internet. Lee cómics desde su primera infancia y ahora también los hace.
Trabaja en el nivel medio superior impartiendo las diversas materias
filosóficas desde el año 98, siendo su favorita la de Estética. En el nivel
licenciatura ha dado clases en diversas carreras de la FES Acatlán siendo su
favorita la de Comunicación. Actualmente es Docente Tutor Investigador del
Instituto de Educación Media Superior del DF en el Plantel Carmen Serdán, mismo
que dirige.
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