Un lugar para filosofar...

... un tipo de filosofía.

Los momentos de la filosofía no son necesariamente aquellos específicos en los que de una manera u otra se te obliga a pensar. La escuela, el cubículo del investigador, el momento de realizar la tarea que dejó el profesor...

De hecho, si no fuera por esos momentos cuasiobligatorios, la gente preferiría no pensar. ¿El colegio? para qué si ya salí hace años... ¿Los libros? con la tele me basta... no falta el que ante el asombro de toparse con un filósofo, sea en la calle, una reunión, una fiesta infantil o virtualmente por la red diga algo así como: "¿Filosofía? Ooorales, ahí se tiene que leer mucho, ¿verdad?".

Vaya que si la ignorancia y la falta de cultura ha sido promovida por los mass media. (¿a quién si no habría que echarle la culpa?)

Activa tu mente un rato y date un tiempo para pensar.

"Nada es Trivial"

E.

Viajar y viajar...

Como que lo importante en la vida es saber a dónde se quiere ir. El destino al que nos dirigimos tendría que ser aquél que nos proponemos. Si uno tiene seguridad en lo que busca de la vida habrá dado un paso muy grande en la formación de su propio ser en su existencia. La autenticidad, como lo mencionan los existencialistas, consiste en que uno mismo toma la responsabilidad de sus decisiones, así que cada quien deberá saber lo que quiere y asumirlo como proyecto de vida.

Por otra parte, siempre está la posibilidad de dejarse llevar por el mundo, la corriente, la vida, las costumbres, las reglas, la televisión, el mercado, la moral o vaya usted a saber por qué otras cosas... Generalmente estas opciones no se eligen de forma consciente o de manera racional, sino que se vive dentro de ese tipo de ilusión o engaño en el que entramos desde que nacemos y del cual la filosofía ayuda a descubrir.

Cada quien su vida y cada quien sus desiciones, pero de algo estoy seguro, si uno mismo elige su camino, es mejor que si se lo elige alguien más.

Saludos.

Z, el último hombre.

yo disuelto

Una tira que nos lleva a reflexionar sobre la disolución del individuo en la sociedad contemporánea. Desde el surgimiento del sujeto en la modernidad, el ser humano se convirtió en el centro del universo que ya auguraba el renacimiento. A mediados y finales del siglo XIX la subjetividad sufrió diversos ataques de los que ya no se logró recuperar. El inconsciente de Freud, el superhombre de Nietszche, la masa de Marx... hasta llegar al hombre cosificado, vuelto mercancía dentro de una sociedad de consumo (Marcuse habla de él, la realidad lo revela como evidente).

Ahí es donde se presenta el problema de la autenticidad, de la mismidad frente a la inautenticidad del estado de interpretado de la publicidad del uno (para regresar a las domingueras palabras de Heidegger.)

Piensele usted un poco antes de apagar la computadora e irse a ver la televisión y borrar de su mente toda preocupación.

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"Todo está condenado a su irremediable destrucción"

E.

Pesimismos...

Es un hecho que la gente optimista es más feliz. También que los creyentes con su esperanza en la otra vida pueden soportar cualquier cosa con una sonrisa en la boca. Quizás los que se cuidan de mantener su energía pura y positiva está menos expuesta al mundo. Pero... pero por alguna razón habría que ser vaca para no ver la mísera condición humana. Que el conocimiento te acerque a la verdad, para luego borrar toda alegría, es el trabajo de la Filosofía. La gente común, la que está más lejos de los libros y más cerca del televisor tiene más momentos gratos. Qué comparar el final de una telenovela (o comedia, como le dicen mis tías) con las negras líneas de un Schopenhauer. Vaya, -y me cito- "No es que TODO lo vea gris..." Pero no estar con la masa sino a un lado o fuera de o, en el peor de los casos, en contra de ella, nos coloca en una perspectiva desde donde el futuro no pinta nada bien. Ese es el punto clave del pesimismo.

E.